Propiedad intelectual y redes sociales

Cuando hablamos de derechos de autor normalmente lo atribuimos a obras de teatro o a películas. Quizás nos transporte al pasado y aterricemos en aquella época en la que la piratería ocupaba las calles vendiendo discos de música y películas. Los avances tecnológicos han revolucionado en gran medida todas las áreas de la sociedad. De hecho han surgido nuevas profesiones como influencers, creadores de contenido digital, etc. Pero ¿dónde están los límites?. En el contexto actual muchas personas comparten contenido ajeno, sin estar, y a veces estando, en conocimiento de que están infringiendo los derechos de la propiedad intelectual. ¿Sabéis cuántas horas dedican al día las personas que crean contenido profesionalmente? De hecho podríamos hablar de muchísimas más horas cuando en el contenido de un post se plasma la creatividad, la pasión, los conocimientos, la experiencia y la buena redacción, que bien conjugados dan como resultado  contenidos de calidad. En dos click y menos de 5 minutos se distribuyen continuamente artículos, fotografías, vídeos y un sinfín de contenido digital sin hacer mención de la persona que ha dedicado una gran cantidad de recursos tangibles e intangibles en crear este contenido.

Aunque la función de las redes sociales se base en compartir, difundir y aumentar el alcance, no hay que olvidar dónde están los límites. Ahora más que nunca es momento de crear conciencia sobre el derecho digital y el uso de las nuevas tecnologías. Como punto de partida comenzaré exponiendo que la multa por compartir contenido ajeno sin autorización del autor alcanza los 400.000 euros, según la Ley de Propiedad Intelectual 1/1996. ¿Asusta verdad?. Sin embargo, porqué necesitamos ser sancionados para respetar el trabajo de terceros?. ¿Lo correcto? Pedir permiso al autor, y por supuesto citarlo. También indicar fuentes y enlaces si se utiliza contenido de una página ajena.

Quizás un día navegando por las redes nos encontremos con la publicación de un timelapse espectacular. Podemos darle un like, compartirlo o también ignorarlo y continuar deslizando hacia abajo nuestra pantalla. Pocas veces nos paramos a pensar cuántas horas ha estado un fotógrafo a la intemperie para lograr el disparo perfecto, los días o incluso meses de edición y todo el largo trabajo que hay detrás y del que no somos conscientes. ¿Hemos pensado cuántas veces nos hemos apropiado del esfuerzo de otra persona para lograr un mejor posicionamiento en las redes sociales y le hemos restado importancia?. Creo firmemente que debemos ser conscientes de la importancia del copyright y crear consciencia real de la no apropiación del tiempo y el esfuerzo de los demás.

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